domingo, 14 de junio de 2009

Reseña

De la observación a la investigación-acción participativa: una visión critica de las practicas antropológicas.

Como parte de la identidad de los antropólogos sociales, la observación participante es una característica principal de esta disciplina al realizar sus investigaciones. Este medio de investigación distingue a la antropología de otras formas de investigación social.

Este artículo de la Revista de Antropología Social realiza un análisis crítico de éste método de investigación y el papel que desempeña la Antropología Social al utilizar como base de su disciplina la observación participante.

Davydd J. Greenwood menciona que la antropología como disciplina de investigación cualitativa debe desempeñar más activamente en investigaciones que otras ciencias que utilizan el mismo método de estudio.

Como propósito de este trabajo, el autor señala la necesidad de aclarar el concepto de observación participante sin basarse solamente en la crítica interna de la Antropología Social, también identificando la Antropología con las diversas formas en que la observación local y la acción social se desenvuelven en el campo de las diferentes disciplinas que utilizan la investigación acción.

El autor menciona que aunque la definición de la observación participante es muy simple, tiene validez como método porque ha proporcionado datos y lecciones más adecuados por las teorías que se obtienen de las experiencias directas.

Los estudios etnográficos demuestran que la observación participante ha permitido encontrar maneras de enlazar las particularidades de experiencias locales con las cuestiones humanas universales.

La observación participante, sin embargo, tiene varios puntos débiles propios de su definición. Tiene una idea imprecisa e incoherente que entorpece a la vez el papel del observador y los eslabones entre las acciones que produce un análisis y las teorías antropológicas.

La noción de observación maneja puntos positivistas porque evoca a un observador separado de su objeto de estudio. La palabra participante no está definida concretamente pues no menciona de qué forma participa con su objeto-sujeto.

Un punto que menciona el autor es que no queda claro si los objetos-sujetos de estudio son los dueños de los resultados obtenidos de las investigaciones realizadas.

Debido a lo complejo que llegan a ser los resultados de las investigaciones de trabajo de campo, recientemente se le brinda la adecuada atención para comprender los comportamientos y las implicaciones de la localidad estudiada y la construcción de los objetos-sujetos.

Como resultado de esta atención se han concretado críticas desde el punto de vista de la teoría locacional, el constructivismo, la posicionalidad y el análisis de los discursos.

Como experiencia del autor, alude que otra implicación negativa del concepto observación participante. Compete a la Antropología dar datos adecuados para una investigación cualitativa pues al momento de escoger un método de estudio para un doctorado, mencionan sus colegas la observación participante. Escogen añadir entrevistas no estructuradas, observar algunas actividades y recopilar documentos. Al manejar este tipo de investigación, el autor declara que le quita credibilidad a la Antropología.

Como parte del compromiso del Antropólogo debe de seguir los datos utilizando los métodos competentes, sin importar que sean de carácter cualitativo o cuantitativo. La observación participante no es exclusivamente de alguna metodología.

La observación participante tiene cierta relación con la investigación acción.

Se entiende este último concepto como un conjunto de prácticas multidisciplinarias que esta orientada a formar un compromiso intelectual y ético.

La investigación-acción es investigación social que se desenvuelve mediante la colaboración entre un investigador profesional y la comunidad, organización o grupo que tienen un problema. Estos colaboradores definen la meta del proyecto, diseñan el proceso de investigación, desarrollan las preguntas, y la capacidad de investigación de los participantes, trabajan en la investigación y ponen en acción los resultados.

La investigación-acción está comprometida con el cambio social, y el fracaso o éxito se juzga según el diseño de acción del proceso que produzca tal cambio.

El autor aclara que la investigación-acción es una forma de investigación “co-generativa”, en sentido de que un grupo de los dueños legítimos del problema y un investigador capacitado se reúnen para cooperar en sus metas investigadoras y para el cambio social.

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