En el texto “Las ciencias sociales en el siglo XXI” Immanuel Wallerstein aborda el futuro de las ciencias sociales utilizando tres marcos temporales: La construcción histórica, los desafíos actuales y las posibles alternativas.
La construcción histórica se dio dentro del tenso marco creado por la existencia de “dos culturas”, Ciencia y filosofía.
A fines del siglo XIX se institucionalizaron las ciencias sociales a la sombra del predominio cultural de la ciencia newtoniana.
Buscaron reproducir en la medida de lo posible, los métodos y la cosmovisión de la mecánica newtoniana, las tres disciplinas principales creadas para estudiar el mundo moderno, la economía, la ciencia política y la sociología.
Las disciplinas idiográficas son las que se ocupan de los hechos únicos y singulares, y de sus circunstancias en el tiempo y en el espacio. La historia y la geografía se encuentran entre estas ciencias.
Wallerstein considera que pasamos al siglo XXI con una considerable incertidumbre acerca de la validez de los límites disciplinares dentro de las ciencias sociales.
El problema principal de los movimientos opuestos a la división disciplinar que I.W. menciona es que cada uno se ha centrado en encontrar legitimaciones por separado, , ni las ciencias de la complejidad ni los estudios culturales han dedicado mucho tiempo a tratar de ver cómo podían ponerse de acuerdo y trabajar en conjunto para elaborar una epistemología verdaderamente nueva, es decir, que no fuera ni nomotética ni idiográfica.
Hay dos fuerzas que contribuyen a derrumbar la capacidad de auto reproducción de las disciplinas, la primera es la práctica real de los académicos más activos, los cuales se dedican a la creación continua de pequeñas comunidades de trabajo cuyos miembros tienen intereses en común.
La segunda son las necesidades de quienes manejan los recursos financieros: autoridades universitarias, gobiernos nacionales agencias estatales y fundaciones públicas y privadas.
De 1945 a 1970 las universidades de encontraron, por un lado, con una población estudiantil en aumento constante y por otro con una restricción en la provisión de recursos financieros (impuesta por el estado que enfrentaba crisis fiscales. Este movimiento trajo tres consecuencias; una es la que podría denominarse “secundarización” de la educación universitaria, la exigencia del gobierno de que los profesores dicten más horas de clases y con cursos cada vez más numerosos, otra es el alejamiento de los académicos más prestigiosos de las universidades que se incorporan a estructuras en las que los límites disciplinares existentes no cuentan. La tercera y más significativa consecuencia es el problema al que se encuentran las autoridades universitarias; la reducción de per cápita en un momento en que el desmoronamiento de los límites disciplinares estrictos lleva a una necesidad cada vez más imperiosa de crear estructuras especiales nuevas que implican inversiones de importancia.
Con referencia a las ciencias sociales del siglo XXI, puede decirse que serán un campo intelectual muy interesante, muy importante para la sociedad, y sin duda, muy controvertido.
La principal enseñanza que me deja este texto es que en general es un tema bastante importante, el rumbo de las ciencias sociales será siempre el punto central de las discusiones que como estudiante de sociología llegaré a tener en un futuro bastante cercano. Así, independientemente de los datos proporcionados, (fechas, términos) este autor me ha dado a conocer un tema que desde hoy me será de gran importancia y preocupación.
Wallerstein visito la Universidad de Guadalajara el 4 de diciembre de 2006, El título de su conferencia fue “Vivir en un mundo post-estadounidense”.
Immanuel Wallerstein nació el 28 de septiembre de 1930, sociólogo e historiador estadounidense. Inspirado en los trabajos de F. Braudel ha desarrollado el concepto de «economía-mundo capitalista», en el que sostiene la necesidad de analizar el capitalismo de forma unitaria y con perspectiva histórica, es decir, las relaciones entre centro, periferias y semiperiferias como partes de un único sistema mundial. División del trabajo entre países explotadores, explotados e intermedios. Entre sus obras destacan: Cambio social (1966), El moderno sistema mundial (3 vols., 1974-1980), Economía del mundo capitalista (1983), El capitalismo histórico (1988), Raza, nación y clase (1991) y El futuro de la civilización capitalista (1997)
Las ideas y afirmaciones de Wallerstein me parecen muy bien fundamentadas, el texto esta bien redactado, es legible y concreto en sus afirmaciones. Es también de gran utilidad para entender la historia de las ciencias sociales y para analizar y tener quizá una idea de lo que para el futuro podemos esperar de ellas.
Me parece que la lectura tiene más inclinación y es más compatible con la sociología, sin embargo es notable desde el inicio que tiene muchos rasgos históricos. Con la que menos es compatible es con la geografía, aunque por supuesto hay que recordar que en todo el texto se habla, sin excluir a ninguna, de “ciencias sociales”.
En general me parece un texto bastante interesante, lo que más llamó mi atención fue leer la respuesta a su propia pregunta, “¿hacia dónde vamos entonces?”; lo que escribe en los dos últimos párrafos me parece de gran importancia, algo así como, el clímax del texto (aunque esté al final). Creo que hoy en día y desde hace tiempo muchas personas no le dan la importancia que se merece a las ciencias sociales, todo es hacer dinero (sin meterme en dilemas de si está bien o mal y sin querer decir que con las ciencias sociales no se puede hacer dinero) pocas personas saben que el estudio de las ciencias sociales puede ser un buen punto de partida para comenzar a reestructurar o reformar la situación de la sociedad.
Me gustaría leer más textos de éste género en donde se aborden temas como este, sobre las ciencias sociales.
1 comentario:
SOCIALES... error de dedo, lo siento.
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